El mejor sistema económico para Venezuela

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Empecemos por definir qué es un sistema económico. Un sistema económico es simplemente un espacio en donde las familias, las empresas y el Gobierno producen, organizan, comercializan y consumen productos y servicios disponibles para los miembros de una sociedad, un sector específico o toda una nación. Este, también, se encarga de regular los factores de producción: la tierra, el trabajo, el capital y la capacidad empresarial.

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No obstante, un sistema económico perfecto no existe. Hay sistemas económicos que no funcionan o que históricamente han probado ser fracasados y otros que, a pesar de sus imperfecciones, han generado inmensa riqueza para el país y sus ciudadanos.

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Existen distintos tipos de sistemas económicos. Por ejemplo, la economía de mercado, la economía planificada o de estilo autoritario, la economía mixta y la economía tradicional.

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Visitemos brevemente el sistema económico mixto de mercado, que, en mi opinión, es el más eficiente para incrementar la producción de bienes y servicios, generar riqueza para los venezolanos y una mejor distribución del ingreso para la sociedad.

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Un sistema económico mixto de mercado, sin dudas, va a mejorar el nivel de vida de los venezolanos, y así no tendrán que depender de las pocas dádivas del Gobierno, sino de las oportunidades que este sistema económico puede ofrecer.

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Economía mixta de mercado

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Una economía mixta de mercado es simplemente la combinación de tres sistemas económicos: la economía de mercado, la economía planificada y la economía tradicional. Es uno de los sistemas económicos más amplios, avanzados y flexibles.

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En cualquier sistema económico, mantener el equilibrio en el proceso de toma de decisiones no solo es complicado, sino también de suma importancia para el buen funcionamiento y el crecimiento de la economía. Por esta razón, un sistema económico mixto de mercado es el más adecuado para conseguir ese equilibrio.

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Por ejemplo, un sistema económico mixto de mercado, por un lado, ofrece elementos de libre mercado y, por el otro, un poco de control gubernamental. En otras palabras, el sector privado coexiste con el sector público. En este sistema económico, los dos son responsables de los medios de producción y del crecimiento económico.

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Por un lado, el sector privado desempeña un rol muy importante en la producción de bienes y servicios de consumo, mientras que el Gobierno se encarga de garantizar la propiedad privada para los individuos y para las empresas, la defensa, la infraestructura y los servicios públicos. Además, los medios de producción son compartidos entre los dos, el Gobierno y el sector privado. En otras palabras, en este sistema económico se toman elementos tanto del capitalismo como del socialismo. Por ejemplo, el Gobierno puede producir bienes y servicios que probablemente no sean beneficiosos para las empresas del sector privado, pero sí para el bien común del país.

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Esta alianza y acuerdo de cooperación permite mantener un alto nivel de rendimiento, al igual que la objetividad y racionalidad en la toma de decisiones exitosas para la economía.

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Además, una de las razones por las cuales el sistema económico mixto genera prosperidad y porvenir sostenible para un país y sus habitantes está basada en el libre intercambio entre vendedores y compradores. Es decir, en una economía de libre mercado, los ciudadanos tienen la plena libertad de escoger basados en sus propios intereses. Esta relación es la que regula la producción, la distribución, la oferta y la demanda. Estas dos últimas impulsan la producción y el uso de los recursos, fijan los precios y son lo que obliga a las empresas a ser más competitivas. Otro aspecto que se beneficia de esta libertad económica es el sistema financiero que satisface las necesidades de los particulares y de las empresas.

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Sin embrago, vale la pena mencionar que una economía de mercado cien por ciento libre o sin ningún tipo de regulación por parte del Gobierno no existe. De una manera u otra, todos los sistemas económicos están sujetos a cierto tipo de regulación.

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En conclusión, Venezuela tiene el potencial para ser un país que genere una inmensa riqueza para sus ciudadanos. Lo único que tenemos que hacer en poner en marcha un sistema económico que funcione para todos.

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Mi más sincero y profundo agradecimiento a todos mis lectores.